BLU

Gran formato, escala monumental, buen uso del color, trazos firmes y sueltos, dominio de la técnica, crítica sociopolítica, graffiti, maestría, Italia: BLU.

Por lo mismo, en un intento de inteligencia, trataré de esbozar un par de líneas al respecto de estas pinturas; lo habitual y evidente ya está dicho en el comienzo, sin embargo me tomo la libertad placentera de desarrollar un punto que, creo, no puedo pasar por alto.

Los murales de BLU tienen ese algo que te hace mirar, permanecer mirando, partir pensando en lo que acabas de mirar, tratando inevitablemente de grabar esa imagen en la cabeza para no dejar de mirarla aún cuando ya no la estemos viendo más que en nuestros viajes cognitivos. Si, son pinturas bonitas y de gran factura, pero que se desmarcan del resto del street art, principalmente porque tienen la fuerza para ser imagenes inteligentes, para tratar de comunicar, de cuestionar, de militar por la liberación, por lo tanto, desligarse del graffiti meramente decorativo y esencialmente ególatra que rebalsa las ciudades.

Según quien escribe -y esto es pura especulación barata- el ese algo presente en las obras del italiano es que son retratos fieles de lo que somos y representamos como colectivo social y que estamos constantemente avalando por omisión: estas pinturas ilustran (casi) todo lo que todos sabemos que odiamos de lo que somos y por eso son tan buenas, porque meten el dedo en la llaga, urgan, mueven, remueven y conmueven, infectan, pudren, cuestionan, despiertan mentes dormidas, tienen vocación de grito, dicen lo que nadie se atreve. Por lo mismo -y en definitiva- son mucho más que solo graffitis grandes y bonitos.

vía blublu.org