No me gusta nada lo que hace este tipo y por eso mismo decidí mostrarlo. Me causa repulsión por una parte, pero al mismo tiempo el morbo lo hace interesante; puedo imaginar el olor nauseabundo circundante a estos deformes, el olor a la carne desgarrada, sodomizada por dedos iracundos que junto a la sangre configura un cuadro plástico horroroso en dimensiones épicas. Ya puedo sentir el hedor. Mejor dejo de escribir o me puedo despeinar.

 

 

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